lunes, 31 de agosto de 2009

Wilmar Everton Cardaña, número 5 de Peñarol (Fontanarrosa)


Porque yo lo conoci a Cardaña. Y porque lo conoci a Cardaña puedo afirmar que mucho se equivocan aquellos que juzgaron o juzgan al aspero centrehalf peñarolense a traves de la imagen recogida en los campos de juego.

Yo se que es dificil imaginar, suponer, adivinar, una personalidad tierna y sensible escondida tras la carnadura hosca y prepotente del capitan de los aurinegros. Yo entiendo que no es sencillo intuir el gesto amable o la frase cordial en un hombre que hizo del encontronazo cruel, la pierna arriba o el gesto acerbo, una marca personal e indeleble a lo largo de su prolongada campaña. A lo sumo, admito, era factible entrever en el la grandeza, el coraje y una hombria de bien reconocida incluso por aquellos que fueron sus victimas, encarnizados rivales o detractores.


No hay comentarios: