"El único héroe en este lío"

Minuto 42 de la segunda etapa. Pelota cruzada desde la izquierda hacia la derecha, pique eterno, veloz y elegante, un impacto en el suelo; sin control, acaricia y el arquero ya sabe que la catarata de gritos de gol caerán del Monumental para el 4-3. Ortega eleva su camiseta, la muestra y sin dudarlo mira a los hinchas. Se convierte en el hombre más observado del estadio.

Una vez más el Burrito demuestra para que está hecho: jugar en River. Luego de su paso obligado por Mendoza, Ariel volvió a su casa, con su gente y su fútbol. El hombre de 35 años corre como un pibe, Keko Villalba, Buonanotte y Mauro Díaz se encienden cada vez que la pelota pasa por el 10 jujeño. Con Ortega en cancha, el pobre plantel de River, a la deriva en los últimos años, se potencia.

Ortega es la figura emblemática de un club que desde el Enzo no había encontrado semejante líder futbolístico.

Esa bandera con un mensaje que se podía ver en las tribunas antes de que comience el partido se anticipaba a lo que pasaría 87 minutos después. Ortega es "el único héroe en el lío" de River.