¿En Rosario o en River?

Esa parece ser la cuestión. Que el Gigante de Arroyito, que el Monumental, que el aliento, que el no aliento. Así estamos a casi un mes del partido contra Brasil. Parece que al fin de cuentas, les van a dar el gusto a los jugadores y al cuerpo técnico, y el clásico sudamericano se jugará en Rosario. Ahora, ¿vale la pena este brusco cambio? ¿O es simplemente es un manotazo de ahogado?
En los últimos 16 años Argentina no perdió nunca en el Monumental. Por ende fueron tres eliminatorias enteras en donde la Selección se mantuvo invicta de local, más la actual donde por ahora seguimos en racha. Para recordar cual fue el último partido que se perdió en nuestro país nos tenemos que remontar hasta 1993 en aquel papelón contra Colombia donde nos metieron 5 pepas.
Teniendo en cuenta todos estos datos, me parece que Maradó y sus dirigidos le están echando la culpa de sus flojos rendimientos a una simple cancha de fútbol. Si bien es cierto que el campo de juego esta demasiado lejos de las tribunas, no hay que olvidar que los mismos players la rompen en Europa, y sin necesidad del apoyo de la gente. Es de público conocimiento que no se compara el sentimiento de allá con el de acá.